ACOSADOS POR MONSTRUOS Y TEMPESTADES
Lurdes iba con sus dos pequeños hijos, Rubén y Guillermo, rumbo a la casa de campo donde habían decidido pasar vacaciones. Acordaron encontrarse allí con Cristian, el padre, quien se había adelantado con el fin de prepararles una sorpresa.
Anochecía y la fuerte tormenta los acompañaba sin cesar. Lurdes y sus hijos corrían a través de la lluvia. Los relámpagos iluminaban el camino y la espesa vegetación de lado y lado. Por suerte, divisaron una luz en la distancia y hacia allá se dirigieron con la esperanza de encontrar un sitio donde pasar la noche.
El crujir de la puerta retumbó en el espacio. Una lámpara encendida iluminaba el lugar, señal de que no estaban solos. No obstante, se acomodaron en un rincón para dormir y reponerse del cansancio.
Guillermo, que no podía conciliar el sueño, se puso a revisar el lugar con la mirada y le llamó la atención un viejo estante donde había algunos libros empolvados. Se levantó, tomo uno titulado TENGO MIEDO. Llamó a la madre, le contó que no se podía dormir y le pidió el favor de que le leyera el libro.
Cuando Lurdes leyó la primera línea: "Hay tanto silencio que se oye el golpear de las hojas...", un frío intenso se apoderó del lugar. Los tres se abrazaron sin entender lo que sucedía. De pronto aparecieron imágenes y sombras detrás de la puerta, en los armarios, en los rincones; en el estante donde habían tomado el libro, titilaban unos enormes y brillantes ojos. La casa se llenó de luces de colores, de criaturas que se movían. Desde uno de los rincones, se escuchaba el llanto ahogado de una madre y sus dos hijos.
De repente, la puerta se abrió de par en par y se oyó un grito desafiante de un hombre de capa y sombrero. Cuando miraron hacia la puerta, sintieron que la incertidumbre había terminado, porque el hombre del disfraz era Cristian, el padre, que había llegado por ellos.
Huyeron de aquella casa misteriosa sin dejar huella alguna, a pesar de que la lluvia, los truenos y relámpagos seguían cayendo sin dar tregua. En el morral de Guillermo era posible ver parte del libro TENGO MIEDO.
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